La meditación es una práctica en la que un individuo utiliza una táctica - como el prestar atención, o centrar su mente en un objeto, razonamiento o actividad en particular - para entrenar la atención y la conciencia, y lograr un estado mentalmente claro y emocionalmente calmado y con estabilidad. El proceso de tranquilizar la mente para pasar tiempo en el proceso de pensamiento con fines de relajación o religiosos/espirituales. El objetivo es alcanzar un estado interior de conciencia e intensificar el crecimiento personal y espiritual.

La meditación, como práctica espiritual, se trata más bien de trabajar con la mente y de entrenar la conciencia. El simple hecho de trabajar con la mente conduce a un mejor sentido de presencialidad, calma, atención y a un aumento de las valiosas cualidades humanas, como la empatía y la tolerancia.

Hay un sinfín de cosas en la vida que están fuera de nuestro control, pero es muy factible tener un mayor control sobre nuestras acciones y la forma en que respondemos a las circunstancias en las que nos encontramos. Para hacer esto, es necesario cultivar la conciencia de cómo funciona la mente y la capacidad de mantener la concentración. Y nada cultiva la conciencia mejor que la Meditación.

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